Otras historias...

sábado, 5 de enero de 2013

Capítulo cinco

- ¡No suéltame, yo no hice nada!- La pequeña eriza lloriqueaba mientras intentaba escapar de aquel monstruo.

- Será mejor que la calles hasta que él venga, no soporto sus lloriqueos- La gorda figura abandonó la sala, dejándoles solos. La niña empezó a retroceder hasta pegarse a la pared. Asustaba miró a aquellos ojos rojos sin vida que iluminaban la sala.

- No...No te acerques... ¡NOO!

Amy se despertó de golpe con el corazón apunto de salirse de su pecho. Miró a su alrededor, estaba dentro de una tienda no muy iluminada. La luz del sol se filtraba entre la tela, afuera se podía oír el canto de las aves y dos personas discutiendo.

- Será mejor que entre, la chica acaba de despertar - La voz sonaba firme y sin sentimientos. Pudo distinguir  la sombra en la puerta de la tienda, la que parecía haber hablado tenía una especie de lanza. Parecía un lince,  pero no podía estar segura.

- De acuerdo, tú quédate vigilando Saburo. No queremos que otra máquina nos ataque por sorpresa- Contesto la otra figura. Intento orientarse y buscar a Rob, pero estaba sola en aquella tienda. Tenía las muñecas atadas y uno de sus tobillos a una barra metálica que sustentaba la tienda.

- Maldita sea... - De pronto la tela de entrada se retiró y dejo entrar la luz junto con otra figura. Era un lince de avanzada edad, sus bigotes le llegaban hasta el final de la barbilla y su pelaje se veía apagado. - Buenas tardes, señorita.

- ¡¿Quién sois?! ¡¡¿Y que habéis hecho con Rob?!! ¡Soltarme ahora mismo!

- Mi nombre es Kazuma soy el que manda en este campamento. Y por vuestro novio no temáis, aun sigue inconsciente debido a que cierta persona se excedió con la cantidad de tranquilizante - Ella se ruborizo al ser confundida como novia de Rob. ¡Pero si eran primos, eso era tabú!

- No somos novios, él es mi primo.

- ¿Ah sí? Disculpadme entonces, cuando nos contaron la situación en la que os encontraron supuse que seríais una pareja de enamorados. Aun así, cuando os trajeron, al rato unas máquinas llegaron  y atacaron a mi gente. No quisiera hacerme mala sangre y matar a dos inocentes pero no puedo evitar cuestionarme: ¿qué hacíais en el río y por qué esas cosas os seguían? ¿O acaso los guiasteis hasta nosotros?

La cara se le descompuso al recordar todo lo que había visto antes de huir al bosque. Su familia, todo lo que conocía, lo había perdido. No. Todo no. Aun tenía a Rob, aunque no fuese la opción que más le agradase.

- Huíamos. Nunca pensamos que nos habían seguido. No quisimos guiarlos hasta ustedes - Kazuma miró a la eriza de arriba a abajo. Aunque todos desconfiasen de los erizos, él sabía muy bien cuando alguien mentía.   Y esa joven decía la verdad. Sacó su daga y la eriza ahogó un grito al ver el arma blanca.

- Tranquilizaos, sé que me decís la verdad. Ahora dejadme que os desate. - Corto las cuerdas que sujetaban sus manos y tobillo. Amy se froto la piel enrojecida mientras se ponía en pie.

- Gracias.

- No es problema, eriza. Ahora ven conmigo, te guiaré junto al erizo turquesa.

Al fin pudo ver donde estaba: seguía en el bosque pero estaba en un campamento con gentes de no muy alta clase social. Los niños correteaban de un lado a otro, una mujer miraba una bola de cristal mientras decía frases en una lengua que no conocía, un hombre entretenía a un grupo de niños curiosos con trucos de cartas. Habían ido a parar a un campamento de gitanos. Le sorprendió el aspecto de las tiendas y casetas, estaban perfectamente camufladas con el ambiente. Si no fuese por las ventanas abiertas, no hubiese notado que esas rocas escondiesen una docena de tiendas y carruajes. Una rata con cara de pocos amigos hacía guardia frente a una tienda como la que ella había estado.

- ¿ Alguna novedad, Munch? -

- Nada, Kazuma. El erizo sigue dormido.

- Bien. - Se giro y miro a la eriza - Puedes entrar a verlo. Supongo que preferirá verte a ti primero que al maloliente de Munch..

-¡Eh, que me de duche hace tres días!

- Lo que yo decía. Anda entra.

Amy camino insegura hacía la tienda. La rata se hizo a un lado y le retiro la tela para dejarla pasar. Al entrar sintió como si no hubiese salido de donde había despertado. En la penumbra busco a Rob. Por fin distinguió la figura del erizo atado a un palo y con la cabeza agachada. Se acercó con cuidado hasta quedarse arrodillada frente a él.

- Rob... - Acarició sus largas púas para intentar despertarlo. Rob reacciono murmurando en sueños y moviendo poco a poco los ojos.

- ¿Amy?... - Su voz sonaba ronca y adormilada.

- Venga pedazo de vago arriba. Me asustaste al verte desplomado en el suelo. Con un tipo tan despistado como tú no sé en que pensaba mi padre al elegirte como mi protector. - Rob movió los hombros y se río del sarcasmo de su prima.

- ¿Sería mucho pediros que me soltaseis?

- Si. Pero como soy buena, lo haré - Rob se aguanto un comentario sarcástico mientras su prima le desataba los nudos de las muñecas. - Ahora prométeme que no atacarás a nadie.

- Nadie que no se lo busque, lo prometo. - Se levanto y estiró el cuerpo. - Mucho mejor. Ahora busquemos mi arco y salgamos de aquí.

-¡Rob espe- !- Pero el erizo no se espero y salió de la tienda con viento fresco. Afuera, Munch había bloqueado el paso a Rob.

- Discúlpeme pero le pido que se haga a un lado.

- A no princesita durmiente, nadie le da ordenes a Munch. Y menos un erizo escuálido como tú.

- Mide tus palabras o lo lamentarás - Ambos se encararon y la rata, que le sacaba cabeza y media y cuyo aspecto físico era más musculoso, no pudo evitar reírse en su cara.

- ¿O qué rata verdosa? ¿Te echarás a llorar?

Cuando Amy salió alarmada por los gritos vio a su primo pegándose con aquella rata. Lo dio por muerto al principio ya que no esperaba que Rob supiese defenderse sin su arco. Pero le sorprendió la agilidad y el manejo que tenía en el combate. Al poco rato, el erizo había logrado desequilibrar al animal que yacía tirado en el suelo.

- La próxima vez no te dejes fiar por las apariencias. ¿Eh? - Rob se sorprendió al encontrarse con montones de ojos puestos en él. Entonces recordó la promesa de su prima. Temió que por su estupidez les matasen pero, en vez de eso, un lince de avanzada edad se abrió paso entre la gente y empezó a aplaudir.

- Bravo muchacho, jamás creí posible que alguien pudiese con Munch.

Rob miró a sus pies, la rata tosía y se  intentaba poner en pie. Le tendió la mano, Munch vacilo entre aceptar o no la ayuda pero termino cogiendo su mano.

- Eres bueno, erizo. Desde hoy tienes mi respeto.

- Gracias... Supongo.

Su prima le miraba entre sorprendida y alegre de verlo aun con vida . Él simplemente le devolvió la sonrisa y la eriza aparto la mirada. Quién fuese capaz de entender a las mujeres, tan de pronto era cálida y simpática, como arisca y cortante.

- Bueno, aun no os habéis presentado, erizos - Dijo Kazuma señalándolos con la punta de su gastado bastón.

- Yo soy Rob, príncipe de Mercia y ella es Amelia mi prima.

- Amy - Corrigió la eriza - Estamos buscando una casa a las afueras del bosque. En ella hay un matrimonio a los que debemos acudir lo antes posible. - Los gitanos murmuraron entre ellos hasta que una mujer gritó:

- ¿La casa del matrimonio Ulaim?

- Supongo... - Contesto confundida la eriza. Los comentarios entre la gente se hicieron más animados.

- ¡Conozco ese lugar, esta a unos media milla de aquí!

- Esta bien erizos, os proporcionaremos un guía que os lleve a la casa de los Ulaim. - Todas las voces se callaron cuando el lince empezó a a hablar. - Pero antes, creo que os vendrá bien algo de ropa nueva, ¿no creéis?

Ambos asintieron y agradecieron la hospitalidad. Una mujer se llevó a Amy mientras que Rob fue acompañado por Munch. La eriza llego a la tienda donde antes había visto a una mujer leyendo las cartas. La desnudaron y la metieron en un barril llenó de agua. Lavada y secada, aguardo con una toalla a que le trajesen su nueva ropa. Una tigresa de mejillas sonrosadas entro en la habitación.

- Espero que te valga. Es un viejo vestido que le hice a mi hija cuando tenía tu edad. Espero que te valga. Aquí te dejo los zapatos. - Deposito la ropa en una silla y la volvió a dejar sola.

Acarició la tela del vestido rojo y los leotardos cortos negros que le llegaban hasta por encima la rodilla. La señora le había dejado además una diadema roja y un par de botas con el mismo color con una linea blanca en el centro. También había un par de guantes blancos con dos pulseras en forma de anillo. Se vistió y se sintió cómoda y limpia después de bastante tiempo. Salió afuera donde le esperaba Kazuma junto con un cambiadísimo Rob.
Llevaba puesta una chaqueta marrón con un cinturón que sujetaba una especie de bolsillo rectangular. Dos guantes marrones de arquero, unas botas del mismo color y una capucha que le cubría las púas. A la espalda llevaba colgado su carcaj repleto de flechas y en una mano su arco. Se veía muy acostumbrado a esos ropajes, muy diferentes a los que ocasionaba a vestir.
Con ese nuevo aspecto, no podía negar que se veía muy guapo. Por su parte, Rob contemplaba a su prima. Se veía muy linda con esa ropa. Ambos se miraron pero solo apenas unos segundos, luego cada uno miró a cualquier lado.

- Así mucho mejor. Ahora os presento a vuestros guías.

- ¿Bromeáis, no? - Tras el viejo animal, había dos niños gemelos. La niña tenía la mirada más fría y seria, mientras que su hermano tenía la cara más alegre. Ambos linces dieron un pasó al frente e inclinaron la cabeza en señal de respeto.

- Estos son mis nietos: Efrén y Penélope.

-Mucho gusto - Contestaron a unisono.

- Efrén es el mejor rastreador del poblado y conoce el bosque como la palma de su mano. Y Penélope traficó chatarra por lo que sabe como tratárselas con esas máquinas del demonio. Tengan este petate, dentro llevan comida y mantas para los cuatro. Mucha suerte y espero volver a verlos algún día.

- Gracias por su hospitalidad.

- ¡Eh, erizo!

- ¿Qué quieres Munch? - La rata le dio un fuerte apretón de manos.

- Ojalá volvamos a vernos, nunca había encontrado a nadie que estuviese a mi altura.

- Si, eso espero. ¡Hasta la próxima!

Se despidieron de las gentes gitanas y emprendieron rumbo a la búsqueda de aquella casa. Ahora con la esperanza de encontrarla con la ayuda de esos niños. Solo podían pensar en lo cerca que estaban de cumplir su objetivo.

<<Esperad un poco más, papá, mamá. Pronto os salvaremos...Pronto...>>

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Hola a todos! :D Feliz 2013 a todos n___n! Bueno aquí les traigo el nuevo cap de este dúo dinámico XD. Espero que les haya gustado y comentes. Aun así yo venía a comentarles una cosita:

Miren ya se me ha ocurrido una nueva historia ( hohoho sep, ya avise que este blog iba a ser un conjunto de historias que se me viniesen a la cabeza XD) y va a ser un drama romántico. Aun no tengo claro la pareja que pueda interpretarlo así que dejo estas opciones :3 :

- Sonadow (Sonic x Shadow)
- Sonamy (Sonic x Amy)
- Shadamy (Shadow x Amy)
- Angice (Ángel x Cris ( Ambos FC míos de mi otro blog))
- Tails x Cream
- Tail x Cosmo
- Shadaria (Shadow x María )

No sé, esas son -3-. La encuenta la pondré desde hoy y el tope para votar será el 25 de Enero.
Eso es todo. Bye! ♥